30.9.10

Un golpe. En cualquier lugar habitual y de paso ordinario, un golpe, viene como una interrupción del tiempo. Aún cuando el golpe no es al cuerpo físico, parece caer dentro del cuerpo abstracto. Sacude tremendamente toda energía. ¿Hacia dónde? -surge la pregunta. Y la parálisis es vasta, el momento se distiende: todo recuerdo y pendiente por saldar arremete duro contra la memoria. No hay más, uno debe recogerse hacia uno mismo, darse a la respiración y apuntar la energía a donde pertenece. Cualquier golpe es un distractor, y en ocasiones, no vale la pena dolerse por. La mirada se abstrae con facilidad, aquí volver al cauce es the difficult task.

No hay comentarios:

Publicar un comentario